Esa leyenda urbana procede de Veracruz. Se cuenta que un guardián la fortaleza de San Juan de Ulúa (México), que salió un viernes de franco y fué a bailar a la ciudad: conoció a una chica muy hermosa y siguieron la fiesta hasta la madrugada: esta muchacha le invitó a su casa para terminar la borrachera, al otro día se despertó pero la mujer ya no estaba; a él no le extraño por lo que se levantó y se fué olvidándose de su reloj y su chaqueta. Al llegar a su casa se da cuenta que le hacen falta esas prendas y decide regresar a por ellas.Ya en la casa de la joven, tocó la puerta y nadie le respondió, así que despues de tanto tiempo de espera fue por el gendarme y abrieron a la fuerza la puerta; cabe señalar que la casa ya no estaba tan agradable como el la vió cuando llego con su conquista: estaba despintada y se veía abandonada, por lo que el policia le preguntó porque tenía tanta urgencia de entrar si esa casa no la habitaban "porque se aparecía ahí una muchacha que murió en su cama victima de tos ferina,..."
El sorprendido hombre le comentó que habia pasado la noche con ella y la vio muy sana. Fue tanta su insistencia que al final lograron abrir y al entrar se dio cuenta que todavia habia unos pocos muebles rotos, las cortinas desgarradas y todavia estaba la botella que no terminaron de beber,... lo extraño es que estaba toda empolvada. Entró a la habitacion y efectivamente ahí estaba su chaqueta,... pero con apariencia de tener años ahí y lo curioso es que su reloj seguía funcionando perfectamente.
El guardia no regresó a San Juan de Ulúa por un mes, porque por la impresión le dio de la nada una fiebre tan alta que no le dejaba levantarse,... y en el tiempo que estuvo en el hospital, aseguró que esa chica lo visitaba, extrañamente solo por las noches y le decía que se fuera con ella, que ya no quería estar sola,...
